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El mes de mayo empieza a llegar a su fin y con él llega la vuelta de antiguos sentimientos y antiguos recuerdos.
Llegan las horas de insomnio tratando de olvidar las fechas en las que estamos, las pesadillas que me recuerdan aquellos días de angustia, los instantes que me recuerdan que no aparecerá su yamaha azul.
Que pese a que llegue el verano no volveré a la acogedora casa del centro que tanto me gusta, que en esa casa ya no hay nadie esperando la llegada del verano y la consiguiente visita, que las tardes de playa ya no acabarán con una visita "inesperada".
Se acaba mayo, empieza junio, empieza el verano, todos están entusiasmados con la nueva estación, con el calor. Pero tras unos cuantos años, el fin de mayo y junio siguen siendo mi pequeña pesadilla