Os pongo en antecedentes, era un concierto gratuito hasta completar aforo de una sala pequeñita de Madrid, la cola para el concierto duro dos días intermitentes de idas y venidas a casa, a la uni, a la cola, y vuelta a empezar. Dos días de frío, porque el invierno de 2009 sí que fue un invierno de frío, lluvia, borrachos que se acercaban a decirnos cosas (no siempre agradables). Dos días para conocer a un montón de gente increíble, de risas y más risas, de paseos para ver si veíamos a los que llevaban la furgo, de mantas de trina que nos "quitaban" el frío. Los conciertos de McFLY, que todavía no había dicho de quien fue el concierto, siempre son divertidos, pero no solo lo son por el concierto, sino por la gente con la que los compartes y este concierto fue uno de esos en los que la gente lo hace todavía más genial.
Cuando la sala se llenó aquello fue una locura, empujones y mas empujones desde atrás para conseguir estar todavía más cerca. Yo no pude estarlo más, primera fila, pero no una de esas primeras filas que están a tres metros de escenario, NO, sino una primera fila en la que si estirabas el brazo llevabas al escenario, tocabas el micro y todo lo que estuviera más o menos cerca del borde.
El concierto no lo puedo expresar con palabras, porque fue demasiado perfecto, pero para que os hagais una idea de como fue dejo el video de Ari de una de las canciones, y para que os hagais más idea todavía solo diré que yo estaba al lado de ella y su cámara.
Tras el concierto, salir a la fría noche madrileña fue como volver a la realidad, pero una realidad que parece más un sueño que el mundo real. Las carreras de después, el rato esperando en el hotel viendo los videos que habían grabado, etc. etc.
Muchos no entienden lo que significan estos momentos, estos conciertos y todo lo que vives en ellos, no entienden que la afonía de dos días, que los moratones y los dolores, en ocasiones, valen la pena para vivir un concierto como aquel de 2009.
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