martes, 27 de septiembre de 2011

Happy Birthday Nevermind!!

Nevermind cumple 20 años y los críticos lo elogian como el disco que cambió el rumbo de la música de los 90, que marcaron a una generación, que gracias a él nació el "grunge", aunque todos estos elogios van acompañados de demasiadas matizaciones: que si no es el mejor disco de "grunge", pero que si que marcó, que si esto que si lo otro.

Yo no se si marcó los 90, yo no se que significó para los que eran jóvenes en 1991 y se encontraban solos, sin música que realmente conectara con ellos y no se si estos al oír Nevermind se encontraron más amparados, si se sintieron comprendidos por las letras que se desgarran en la garganta del rey de los incomprendidos, Kurt Cobain. Lo que sí os puedo explicar es porque para mi es tan importante esta fecha y conmemorar los 20 años de Nevermind.

Yo obviamente no escuche Nevermind en 1991 porque básicamente tenía 1 año cuando este disco salió, y no recuerdo exactamente en que año lo escuché por primera vez, pero sí recuerdo como me tope con él. Siempre me había gustado la música más que cualquier otra cosa, pero escuchaba esa música pop prefabricada que despuntaba a mediados de los 90 unida a lo que escuchaba mi hermana: George Michael, Alaska, Hombre G, etc, pero su novio de entonces escuchaba otro tipo de música: Guns'n'Roses, Aerosmith, Bon Jovi, Metallica, etc.

Con estas dos influencias y mi estado poppy de entonces estaba viendo un programa de estos de VH1, que era una especie de resumen grupos de rock de los 80-90 con sus respectivos videoclips. Yo no estaba prestando demasiada atención al programa porque muchos videoclips no me gustaban y solo me dedicaba a escuchar las canciones, pero empezaron unas fuertes guitarras que atrajeron mi atención de inmediato, porque era una canción desconocida para mí y me quedé hipnotizada frente a la pantalla, la luz amarillenta, descolorida casi, sucia en gran parte, que rodeaba el ambiente del gimnasio y entonces apareció esa figura delgada de cabello rubio y mirada hipnótica. El momento definitivo fue cuando empezó a cantar, yo era pequeña y mi inglés no era demasiado bueno, por lo que no entendía exactamente lo que decía la canción, pero la voz desgarrada e incediaria de Kurt hacía que el saber o no inglés fuera prescindible, porque podías sentir lo que él sentía cantando esa canción.

El flechazo con Smells Like Teen Spirit fue inmediato y cambió mi forma de ver la música. El pop que solía escuchar fue quedándose en los lugares mas recónditos rincones de mi cerebro ávido de cosas nuevas, de material de estos chicos y de cosas parecidas. Así que yo no se si cambió a aquella generación pero definitivamente a mí si me cambió y también me salvó en los momentos de mayor incomprensión.

Solo he hablado de una canción, pero eso no quiere decir que el resto del álbum no sea igual de grandioso, canciones desgarradas directas desde el alma de Kurt (compositor de todas) y respaldado por el gran trabajo de Novoselic y Grohl, que con temas como Polly, Lithium, Come As You Are, etc. hicieron que este estilo enamorara a gente que nunca se había imaginado escuchando este tipo de música.

Para todos los que no lo hayáis oído entero o nunca os haya llamado demasiado la atención os recomiendo que le deis una oportunidad y si no queréis dársela...vosotros os lo perdéis!

PAZ, AMOR Y EMPATÍA

lunes, 26 de septiembre de 2011

Rusos, aventuras por la alcarria, príncipes y zombies

El verano no ha dado mucho de sí en cuanto a lecturas se refiere, pero he sabido aprovechar el mes de septiembre para ponerme al día con algunos libros que me apetecían bastante, os hablo de ellos y estreno nueva sección.

Terminé después de tres meses con Anna Karenina, al principio me pareció demasiado lento y con mi nula memoria para los nombres me parecía imposible acordarme de todos los personajes con nombres raros a lo que llamaban de tres formas distintas en un mismo párrafo, pero al pasar las primeras 100 páginas y acostumbrarse a los rusos el libro simplemente te engancha poco a poco con sus apasionadas historias de amor llevadas hasta los límites de la lógica. Además el panorama de la sociedad rusa de la época está tan bien descrito por el autor que comprender la obra y meterte en ella de lleno es realmente fácil.


La maleta de Ignacio "Karaoke" fue mi siguiente presa literaria y es que hasta principios del verano no descubrí que Daniel Sánchez Arévalo también tenía libros publicados y como seguidora de sus creaciones no pude resistirme a este fantástico libro del barco de vapor. Un libro juvenil/infantil que te hace sonreir y llorar en sus apenas 150 páginas, una historia tierna sobre la infancia, con unos personajes muy bien logrados que en momentos te hace recordar a los Goonies pero en versión española y con aventuras por tierras alcarreñas.


Y tras acabar con un libro juvenil, me metí de lleno en un clásico de la literatura infantil, El Principito, y es que a mis 21 años todavía no había leído este pequeño gran libro. No tiene una historia demasiado elaborada, pero es un libro que a cualquier edad puede trasmitirte grandes sensaciones. Para mí fue sin duda la añoranza a la inocencia infantil y la añoranza a esos años de la infancia.

Y tras dos clásicos decidí que era hora de dar un relax a mi mente y disfrutar con uno de esos libros que los "intelectuales" odiarían y que a mí me encantan, Guía de Supervivencia zombie. Este es un libro de los que no necesitan explicación alguna, el título lo dice todo. Max Brooks nos da sus consejos para sobrevivir a un ataque zombie de distintos grados de intensidad.Para los amantes del género zombie es un libro indispensable. Ameno y divertido.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Bienvenida al otoño


La cálida luz del otoño empieza a colarse por cada rincón de la ciudad. Los verdes árboles repletos hojas verdes empiezan su lenta transformación y dejan paso a las primeras hojas ocres que comienzan a caer lentamente para formar parte del fino manto marrón que cubre ya nuestras aceras. La luz, al traspasar estas copas ya oscurecidas, nos deja esa preciosa luz dorada tan característica de estas fechas. Y es que hoy, a las 11 a.m. hemos dado la bienvenida a la estación más bonita del año, o por lo menos para mí lo es.

Las calles llenas de hojas secas que emiten pequeños chasquidos cuando las pisas, la luz dorada, el inicio de ese frío se nota por las mañanas mientras acaricia tu piel y que te permite por fin volver a ponerte las sudaderas finas y sentirte protegida por ellas.

Los pintores sentados en cada esquina y en cada parque de la ciudad parapetados con todo su arsenal de pinturas y lienzos dispuestos a captar la magia que adquieren los paisajes en esta estación, porque no solo la creación es bonita si no que ver perecer las hojas y ver marchitarse las delicadas flores tiene siempre un encanto especial.

Quizá este otoño que ha empezado demasiado veraniego nos traiga muchas estampas bonitas y buenas para todos... ¡FELIZ OTOÑO!

domingo, 11 de septiembre de 2011

11-S

Era un día bastante normal, habíamos comido un poco antes de lo usual porque mi hermana estaba en casa y una amiga había venido para forrar los libros del cole que empezaba al día siguiente, pero todavía no habíamos comenzado la tarea porque echaban los Simpsons en la televisión y como cualquier niño/a de entonces ese era un momento sagrado.

Las noticias empezaron un poquito antes de lo habitual y Matías Prats anunció que había habido un accidente aéreo en Nueva York y que un avión o avioneta se había estrellado en una de las Torres Gemelas, yo por aquel entonces no sabía ni que eran las Torres Gemelas aunque las había visto en alguna película en esos increíbles planos de la ciudad de Nueva York, igualmente la imagen de aquella inmensa torre de la que no paraba de emanar humo fue algo que me dejó perpleja.

La perplejidad estaba presente ya en mi casa pero unos 15-20 minutos más tarde la tensión aumento. La imagen empezó a llenarse de un humo que ya no procedía de la torre que habíamos estado viendo ese tiempo y Prats lo corroboró al tiempo que todo vimos como un segundo avión se metía de lleno en la otra torre para no salir nunca más de allí. Mi padre empezó a gritar, algo que no es usual en él, ya que siempre mantiene la calma con estas cosas, pero en aquel momento las imágenes y lo que él estaba pensando eran demasiado impresionantes...UN ATENTADO TERRORISTA EN NUEVA YORK.

Las horas pasaban y el horror iba en aumento. Otro atentado en Pentágono. Un avión que se estrella en un campo de Pensylvania y que iban dirección Washington pero que gracias al coraje inmenso de la tripulación y los pasajeros que sabiendo que iban a morir evitaron que más gente muriera con ellos. Las imágenes de aquellas personas que desesperadas y siendo conscientes de su destino se lanzaban al vacío desde las innumerables plantas de ambas torres. Y como colofón de la pesadilla, la caída de las Torres, una mole de hierros y cemento se desplomó como si de naipes se tratase dando lugar al silencio de todos, a la desolación de los bomberos, de la personas que ayudaban, de todos los neoyorquino, de los americanos y del mundo entero que veía atónito miles de vidas se quedaban allí sin que nada se pudiera hacer por ellas.

Dicen que el mundo cambió entonces, que ahora vivimos más seguros, que estamos acabando con el fanatismo y el terrorismo en una guerra interminable. Me gustaría creer que es así, pero yo no me siento más segura, ni siento que estemos acabando con nada en la guerra contra el terrorismo, pero sí que creo que el mundo cambió. Aquel día el mundo cambió porque fuimos testigos en directo de la barbarie humana y de lo que el ser humano es capaz de hacer, pero también fuimos testigos de lo maravilloso que puede ser el ser humano en todos y cada uno de esas personas que ayudaron y que murieron ayudando a que menos gente muriera ese día.


Por todos ellos, por los supervivientes y por los que perecieron allí, el 11 de septiembre de 2001 será un día que jamás será olvidado.

jueves, 8 de septiembre de 2011

pérdidas

"pero si los filetes no vienen de los animales...¿cómo va a salir un filete de un cerdo o de una vaca?"

¿Os acordáis cuando eráis niños y las cosas parecían tan simples, las cosas eran lo que veías y nunca había nada oculto en lo que pasaba a nuestro alrededor? y ¿cuándo no entendías por qué los "adultos" hacían lo que hacían o por qué le daban tanta importancia a cosas que a simple vista parecía tan sencillas? Pues sí, tengo que reconocer que tras unos días lidiando con los pequeños de la familia he empezado a echar de menos aquella inocencia tan auténtica de los niños.
En serio, la vida de niño es sencilla y vives las cosas con una intensidad que a medida que vas creciendo se va perdiendo, pero no es algo que se suceda de repente, sino que simplemente la vida te va haciendo perder la ilusión por simplemente comprar unos cromos de la Liga o de los Simpson y que te toque el cromo que te faltaba.
Cuando creces no solo cambia eso material sino que la gente, los otros "adultos" hacen que pierdas lo más importante que tiene un niño, la inocencia. Poco a poco y palo tras palo aprendas a que la gente no es tan buena como parece y que los buenos a veces esconden demasiado debajo y en vez de intentar recobrar la inocencia (cosa que realmente no sé si muchos podrán) lo que hacen es minar la de los otros haciendo que las cosas nunca vuelvan a ser tan simples.

La frase con la que empiezo la entrada me la dijo el otro día mi sobrino porque el pobre no entendía que no comiera carne, porque "no haces daño a ningún animal". No voy a ser yo la que se lo explique, aunque sea que guarde ese pedacito de inocencia durante el tiempo que pueda.

sábado, 3 de septiembre de 2011

End of the Summer

Llevo demasiados meses alejada de aquello que durante un tiempo era todo lo que me mantenía viva y serena, pero desde que las palabras decidieron esfumarse de mi cabeza escribir se ha convertido en una tarea que me da más quebraderos de cabeza que aquella satisfacción y tranquilidad que hace unos años, por eso llevo tantos meses alejada de las páginas en blanco tanto del ordenador como de mis múltiples cuadernos. Sin embargo, este largo y aburrido verano me ha hecho reflexionar y si quiero que las palabras vuelvan a mi, al menos, debería intentar escribir, por ello declaro oficialmente este blog RE-ABIERTO, aunque posiblemente a nadie le importe mi vuelta.

El verano empieza a acabarse, la matricula de la universidad la hago en breves y las cálidas noches de insomnio veraniego viendo series van a llegar a su fin, pero la rutina de las clases y la vida activa creo que me van a sentar bien para que mi cabeza se re ordene o por lo menos piense menos de lo normal.